jueves, 22 de enero de 2009

LOS OLVIDADOS




Cada uno de nosotros, los hombres de esta tierra, los hijos perecederos de este barro,


hemos amasado olvido siglo tras siglo para el pan amargo de la repetición... ...




sábado, 30 de junio de 2007

PONENCIA DEL SECTOR CULTURAL ANTE LA ASAMBLEA MUNICIPAL DE POBLADORES.


Cuando indagamos y abordamos el tema de los D.H. "Probablemente estemos delante de la construcción Socio – Cultural mas importante del ser humano no solo del siglo XX sino de toda su historia ". Esta es una afirmación que hace en el prólogo de su libro "Educación y D.H." el profesor Jesus R. Jares; Afirmación con la que estamos de acuerdo quienes creemos en un proyecto cultural en el cual los D.H. son el objetivo, y nos plantean la reflexión pedagógica y filosófica sobre el quehacer como gestores culturales, y formadores, mas que de artistas, de hombres íntegros con criterio suficiente para incorporar los D.H. a sus valores; a su práctica y su defensa en la cotidianidad.
Un grupo de hombres y mujeres; especialmente jóvenes y niños han hecho un intento en los últimos años, de incorporar el tema de la cultura a su agenda de vida, particularmente desde las manifestaciones artísticas; se ha afirmado que es una respuesta a la situación de violencia de la región, no obstante nos hemos quedado cortos en el abordaje y hoy tenemos que darle al trabajo cultural la dimensión que se merece como ejercicio propiciador para la convivencia, el reconocimiento y valoración de los D.H. y la paz. La cultura es algo más que eso que vemos en las tarimas; la cultura está determinada por la cotidianidad y es en el sentido amplio el todo de la creación del hombre; para corroborar nuestra afirmación podemos apelar a la definición de cultura bajo la cual se desarrolla la ley general de cultura de nuestra nación , que dice en su artículo primero: " Cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias".
Lo que los Seres Humanos emprendemos, generalmente tiene un sentido, y este Chucurí agreste y pródigo al mismo tiempo, tiene que hallar el verdadero sentido de su historia y de su porvenir a partir de su cultura. Cuando danzamos o pintamos, cuando interpretamos un instrumento; cuando intentamos el más difícil de los ejercicios, que es la escritura, y también cuando realizamos el más noble, que es el arte de cultivar la tierra; tendremos que hacerlo como una celebración de la vida en el más profundo sentido de la dignidad.
No es cierto de que aquí está todo bien; que vivimos en un clima de absoluta tranquilidad. San Vicente es una comunidad vulnerable ante distintos factores de violencia, por ello es una responsabilidad ineludible de sus líderes, de sus educadores, de sus gestores culturales, proponer y gestionar para que el Estado en lo local desarrolle un a política cultural y de D.H. coherente o congruente con la realidad Socio – Cultural que vivimos.
El Estado Central diseña políticas y planes de desarrollo que afectarán radicalmente la vida de comunidades como la nuestra. A nivel departamental se habla de Núcleos Provinciales de Desarrollo, pero estas propuestas como casi todas las que en esos niveles se plantean, no tienes en cuenta nuestra realidad y nuestro sentir; caterística muy común en un estado que privilegia el centro menospreciando la periferia. En los últimos años se habla de esta región como escenario de grandes proyectos macro – energéticos (represa del Sogamoso; explotación carbonífera; agro – industria palmera). Habrá quien se pregunte qué tiene que ver esto con la cultura: sencillamente que estos proyectos han sido pensados por tecnócratas que desconocen o conociendo, pasan por alto las características socio – culturales de las comunidades que integran la región; Comunidades de hombres, mujeres y niños sujetos de derecho. ¿Y cual es nuestra respuesta ante algo que se da por un hecho y que muchos aplauden en la euforia vana del espejismo desarrollista? - La respuesta tiene que ser necesariamente una comunidad fortalecida en su identidad cultural; con un autoestima colectivo que le permita hallar el camino del desarrollo humano que ha perseguido durante 130 años.
Una política cultural en lo local, que optimice los recursos humanos y económicos tiene que pensar en la creación de verdaderas escuelas de arte con objetivos muy claros y definidos en lo artístico, en lo pedagógico y en lo humanístico; bajo criterios de institucionalización que tengan en cuenta el aporte de los trabajadores culturales de las diferentes áreas artísticas.
Proponemos la creación de una Escuela de Arte para la Vida en San Vicente de Chucurí, que posesione las expresiones artísticas como un proceso local fuerte al servicio de la dignificación de la vida humana sin exclusiones, que garantice a largo plazo, el ejercicio y desarrollo de la imaginación y la creatividad de nuestros hombres y mujeres. La escuela de arte para la vida tiene que aglutinar las diferentes áreas artísticas bajo los mismos criterios. Música, Artes plásticas, Artes escénicas, incluye danza, teatro, y el fortalecimiento y reestructuración de una política de bibliotecas públicas que incluya planes de lectura a largo plazo y una estrategia de publicaciones y estímulo a los creadores artísticos. Se tiene que contar con una definición clara de los perfiles de los gestores culturales, que obedezca a los criterios aquí planteados y no a intereses puramente burocráticos y clientelistas. Esta es una responsabilidad de las administraciones municipales en permanente diálogo con una comunidad y un sector cultural organizado.
San Vicente de Chucurí cuenta con una capacidad instalada para llegar a ser un centro de desarrollo cultural en el Magdalena – Medio. Y el Estado tiene la obligación constitucional de asignar los recursos económicos y logísticos necesarios para lograrlo; eso sí, teniendo en cuenta la participación de la comunidad; especialmente el trabajo de sus gestores culturales; a través de los consejos municipales de cultura; de la gestión ante organismos internacionales preocupados por los D.H. y la cultura, y con una voluntad política acorde con los postulados de una democracia participativa conformada por sujetos sociales, políticos y de derecho.

CINECLUB CERVANTES





Cine para ver cine para leer
LEER
Por: Jorge Correa
Este es el primer "boletín" de nuestro cine – club Cervantes, y no es que seamos boletas, sino que nos volvimos gomosos con esto del cine. Somos un puñado de amigos con el apoyo de la oficina de cultura y el programa de bibliotecas públicas de San Vicente. Hemos decidido crear el cine – club Cervantes recordando la antigua sala de cine "Teatro Cervantes", de propiedad de Ángel Miguel Ardila; sala desaparecida a mediados de los ochenta y que para las generaciones que crecieron después, no es ni siquiera un recuerdo. No tuvieron la dicha de ir a matinée, de llevar la novia a cine de siete los fines de semana, eso si, para ver cine mexicano o cine gringo; pero cine al fin y al cabo. Nuestro lema es "Cine para ver, cine para leer" por que pretendemos hacer con los jóvenes y con los niños una aproximación al cine-arte como expresión de análisis de propuestas estéticas-visuales y realidades políticas; por que el cine nos ofrece todo un abanico de posibilidades, y permite ver lo que cotidianamente no vemos aunque esté a nuestro alrededor. El lenguaje del cine nombra lo innombrable nos ofrece un recorrido no convencional a través de mundos y culturas diversas.







Una crónica
Por: Giovanny Díaz





A nosotros quien nos invitó fue la profe, la de matemáticas, la pecosita que por unos minutos dejó a un lado los triángulos y las hipotenusas para invitarnos a ver película o mejor dicho, dique invitarnos a un cine. A pesar de lo novedoso del plan y que la invitación la hizo un profesor, a nosotros el cuento no nos resultaba del todo desagradable, por el contrario lo concebíamos como algo muy atractivo, una buena oportunidad para abandonar lo cotidiano, después de todo era un buen pretexto para escaparse del aburrimiento de la casa. Quien sabe si a lo mejor el cuento del cine terminaba gustándonos. Así que no fue para nada difícil ponernos de cuerdo. A las cinco. Decidimos todos, y si nos sentíamos aburridos nos iríamos al atrio a pasar el desparche, es mas, para darle un toque más citadino quedamos en llevar crispetas, después de todo así vimos que se hacia en televisión. Aunque no era la primera vez que visitábamos el teatro, si era la primera vez que lo hacíamos para ver cine. Daba la impresión de que el teatro al fin cumplía la función para la que fue creado. Sillas a la derecha, sillas a la izquierda, en el centro un video bean esperando ser utilizado, las luces apagadas, un público ahogado en sus propios murmullos, un par de sardinas que mientras se ríen caminan a tientas por el pasillo. Era toda una sala en un pueblo pequeño, al menos esa fue nuestra impresión. Para sentarnos escogimos la parte de atrás, por supuesto la fila derecha, por que a la izquierda estaban los pelados del Camilo quienes al igual que nosotros se anunciaban en grupo por si alguien quería montarla, al fin que tenemos nuestro pique. Al fin alguien se levanto en la penumbra, creo que dijo su nombre, anunció la película y habló un poco de ella, repartió unas cuantas reseñas, mencionó al director y el país de origen. Después solo habló de cineclub, dijo que se llamaba "Cervantes", habló del pasado para justificar el nombre, dijo que esto era entre amigos y que sería todos los viernes. La verdad a estas alturas el cuento sonaba muy interesante, todos queríamos que empezara la película, queríamos ver el paisaje, el muerto y el dolor que produce su ausencia, la soledad y el deseo, y sobre todo queríamos distraernos un poco, creo alguien se levanto de su puesto, una última visita al baño antes que iniciara la acción. La película fue mas allá de nuestras expectativas y el recuerdo alcanzó para mucho más que el instante de su proyección. Casi todos estuvimos atentos, y los que no, lo hicieron por ocuparse de una conquista o algo por el estilo. Al final uno que otro comentario sobre la película, sobre las diversas lecturas que se le pueden dar al cine, quedamos invitados para el viernes y sin discutir nada decidimos que volveríamos de nuevo. La despedida fue lenta, de uno en uno pero sin abandonar la seguridad del grupo fuimos abandonando el teatro. Aunque no estábamos desparchados nos fuimos pasar por el atrio, donde seguramente ya no estaríamos tan seguros.



TIENES Y TENGO RAZÓN


Tienes razón cuando dices

Que no entiendes...

Yo tampoco te entiendo

Tengo razón cuando digo

Que no me entiendo...

Tu tampoco me entiendes.

Pero entre esos malentendidos

De no entendernos, nos entendemos y a veces nos besamos.

Manuel Rondón

miércoles, 13 de junio de 2007

Derechos Humanos

CARTA A LOS NIÑOS DEL LIBANO

Queridos niños,
cuando veo esta hoja en blanco
pienso en sus dolores fuertes
y me pongo muy triste
y tambien pienso cómo será la guerra,
tan dolorosa
con sus colores gris,
rojo y negro
que forman un arcoiris muy triste
en el cielo del Líbano
y quisiera mandarles un pedacito de cielo
tan hermoso y azul
de mi tierra
y como no puedo
te mando mi poema.
María Camila Prada
grado 3
Colegio Camilo Torres